Mi alma busca el olvido
en la copa de un vino valenciano
que me dio a beber tu
indiferencia.
Mi magia por olvidarte
te busca en los confines del odio,
y no respondes.
¿Dónde estás?
Proyéctese una luz
por las rendijas de mi alma
y siento descansar mis aventuras
en la tumba de tu olvido.
¿Dónde te ocultas amor?
¿Qué torturas del amor ensayas?
Te busco en mi conciencia
sin brújula naviera
y me encapricho a olvidarte.
Te busco y no te encuentro,
y sangra más, la herida de este
poema.
Me odiarás,
pero ganarás la medalla del
recuerdo.***
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