Te fuiste como los gorriones
dejando nidos en mi balcón.
Dejaste tus sentimientos
en mi almohada muda,
y tu ausencia enredada
en el pañuelo de mis recuerdos.
Te fuiste echando llave
a las puertas de mi corazón,
y sembrando tristezas
en el botín de mi alma,
y todo por tu maldito orgullo
deshiciste nuestro amor.
Te fuiste como el viento,
sin hacer ruido, sin levantar polvo
sin dejar huella en mi camino,
y en la brisa… quedó tu melancolía
como un ingrato recuerdo
que me flagela en mi agonía.
Te fuiste como los gorriones
dejando nidos en mi balcón.***
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