El tiempo se cansó de esperarte,
en su guarida salvaje y olvidada.
Los minutos siguen poseídos
por el brillo gris de tu ausencia.
Juegan las angustias con ruletas
en mis zapatos cansados,
y las ganas de tenerte hoy día,
inundan mi vacio de tristezas.
No sabes cómo duele esperarte
en tanta lluvia y granizada,
no sabes cómo duele saber
que no llegarás con la próxima luz
de la tormenta...
En vano esperaré…y aunque no llegues,
miraré la puerta atravezando un remolino
de recuerdos negros, danzando por mis sienes
Muero en las ganas de esperarte
y estando solo, me quedo con el beso de la noche.
