La poesía es un ritual exacto al amor y al olvido, donde el trovador vierte su nostalgia y pasión en cada fonema perforado por la indiferencia y la ternura de la mujer amada. La Poesía es aderezo del caldo poético adolorido; es dolor incinerado por las llamas del amor. La poesía, es engendrar fetos de recuerdos, en las calles secretas del corazón que ha sido lastimado por los dientes del olvido.