
Dime amor:
¿En qué lugar
deseas que te recuerde?
En la esquina del olvido,
o en el paradero de la angustia?
Dime amor…
y no sigas sangrando
a los números naturales
de mi desolado corazón.
Quizás deseas que llame
en el parque de la indiferencia,
o en el sepulcro del amor…
Te recordaré
el día que cante tu ausencia
el himno del amor.
Para entonces,
me habré marchado
por la calle estrecha
de tu ingrato corazón.***
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